1. La cantidad de cannabis que se va a procesar debe estar completamente seca y se coloca en un cubo de plástico.
2. A
ese material se le agrega alcohol isopropílico al 99.9%. Se necesitan 3
litros de alcohol isopropílico para extraer el aceite de una libra (500
gs) de cannabis.
3.
Agitar y triturar la mezcla usando un palo de madera no tratada
(totalmente natural). Esta operación se continúa hasta que el material
de la planta esté completamente cubierto y empapado. Si es necesario,
agregar más alcohol. Permanecer agitando la mezcla durante unos 5
minutos. Cuando esto se hace, el 80% de los cannabinoides de la planta
se desprenden del material vegetal y se mezclan con el alcohol (mezcla
de alcohol + aceite)
4. Colar
la mezcla con un paño limpio para separar el material vegetal que se
reservará para un segundo lavado. Esta primera mezcla de alcohol +
aceite se deja en un recipiente.
5.
Segundo lavado: Al material vegetal que quedó del primer lavado
agregarle más alcohol y trabajarlo durante 3 o 5 minutos para extraer el
resto de los aceites (20%).
6. Esta
segunda mezcla se cuela con el fin de separar el material vegetal que
en esta ocasión se desecha, ya que no contiene más aceites, y no se
justifica otro lavado. Nos quedamos con la mezcla de alcohol + aceite
resultante de este segundo lavado.
7. Verter este alcohol + aceite en el recipiente que contiene el del primer lavado.
8. Ahora
debemos colar con un filtro de café la mezcla de alcohol y aceites que
se obtuvieron durante los dos lavados con el objeto quitar toda la
materia vegetal no deseada. Una vez que la mezcla de aceite y de
solvente ha sido filtrada, estará lista ya para separar el solvente
(alcohol) del aceite.
9. Para
separar el solvente (alcohol isopropílico) del aceite se utiliza una
olla arrocera. Esta olla, como se sabe, funciona con corriente eléctrica
y tiene dos niveles de temperatura (uno alto y otro bajo), con sensores
de temperatura, situados en su interior que disminuirán de manera
automática la temperatura cuando el calor interno de la olla empiece a
ser demasiado elevado, cosa que no es conveniente para este proceso
porque en ese caso se vaporizarán los cannabinoides y nuestro proceso se
arruinará.
Se llena
la olla con la mezcla de solvente y aceites hasta un 75% y se enciende
en la posición de temperatura elevada. El solvente comenzará a
evaporarse. En la medida en que el nivel en la olla disminuya, agregamos
lentamente más mezcla de aceite y solvente hasta que no quede más que
agregar.
Cuando se evapora la parte final del solvente, se escucha un sonido crujiente producido por el aceite.
Una vez
que la olla disminuye automáticamente hasta la temperatura más baja, se
vierte su contenido en un recipiente de acero inoxidable.
11.
Tenemos ya el aceite de cannabis. Pero, como ya hemos dicho en
anteriores oportunidades, es necesario activar los cannabinoides
presentes en el mismo. Y como sabemos, esto se consigue con calor
(descarboxilación). Si esto no se hace, los efectos terapéuticos del
aceite serán nulos.
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Para hacer
esto, se toma el aceite que se ha vertido en el recipiente de acero
inoxidable y se coloca en el horno a una temperatura de 100° C durante
aproximadamente 30 minutos y con esto queda listo para su uso.
Haz clic en la imagen y tendrás el proceso en gráficos.
Haz clic en la imagen y tendrás el proceso en gráficos.
Por Joaquín Teherán Lora
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CONSULTA, TRATAMIENTO O DIAGNÓSTICO DEL PROFESIONAL DE LA SALUD COMPETENTE
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