El bajar de peso perjudica la salud mientras que adelgazar la beneficia.
Si tú que me lees en estos momentos haces parte de las personas que luchan contra la obesidad, quiero convencerte de que no sigas tratando de “bajar de peso”, porque en esta lucha lo importante no es eso, sino ADELGAZAR, que es diferente. ¡Sí que hay una diferencia, y bien grande!
No solamente es que la diferencia entre “bajar de peso” y adelgazar sea grande sino que esa diferencia es de enorme importancia y trascendencia para la salud que bien vale la pena que nos gastemos estos minutos delimitando estas dos categorías. Desde ya te digo que "bajar de peso" daña la salud y en cambio el adelgazar es beneficioso.
La mente del público está dominada por la idea equivocada de “bajar de peso” y el problema de la población no es que pese mucho. Ese no es el problema. El problema de la persona es que está gorda, o sea, que el cuerpo está demasiado lleno de grasa. Gordura es sinónimo de grasa.
El cuerpo humano está compuesto, además de la grasa , de muchas otras cosas: agua, carne, huesos, nervios, músculos, minerales etc.
De estos componentes lo que debemos buscar es perder la grasa y no reducir ni el agua, ni los huesos, ni la musculatura del cuerpo. Sólo la GRASA, o mejor dicho, debemos “adelgazar”.
Si te obsesionas en bajar de peso y haces todo en procura de conseguir ese objetivo, cuando hayas logrado “bajar”, le habrás hecho un daño permanente a tu cuerpo: tendrás un aspecto deforme con piel caída y colgante en el abdomen, los brazos y hasta en la cara; habrás envejecido prematuramente.
Muchas personas logran “bajar de peso” sometiendo al cuerpo a una dieta inhumana. En este proceso le causan tanta hambre a su cuerpo que destruyen una porción significativa de toda su musculatura. Como la musculatura es la que sujeta a la piel, al destruir los músculos toda la piel le queda colgando y entonces el cuerpo se deforma. El daño es permanente.
Y estamos seguros, que esto no es lo que se desea. Lo que se desea es “adelgazar”, no destruir la musculatura del cuerpo. Repetimos: si hacemos que el cuerpo pase hambre la musculatura se destruirá y la piel nos quedará colgando.
Si tú lo que deseas es adelgazar debes olvidarte de tu peso. El peso debe bajar algo pero lo que es importante es que se reduzca la GRASA y la reducción de ésta no la podrás comprobar con la báscula sino con la talla de tu ropa o con el ancho de la cintura.
Eso es lo importante: ¡Reducir la talla de la ropa! Si esto se consigue quiere decir que estamos haciendo lo correcto, que es reducir la GRASA del cuerpo.
El verdadero problema de la grasa está en que es una sustancia voluminosa, ocupa mucho espacio. Pero la grasa no es una sustancia pesada.
Lo que realmente pesa mucho en el cuerpo es el agua, los músculos y los huesos.
Cuando una persona hace ejercicios físicos aumentará su masa muscular y por consiguiente aumentará el peso de su cuerpo pero reducirá la grasa. Por lo tanto, quedará más pesada pero más esbelta.
Entonces, pongámonos de acuerdo: si lo que quieres es ADELGAZAR, ¡Olvídate del maldito peso! Porque lo que tienes que observar es tu talla (tamaño de la ropa) o tu cintura. Lo que quieres es que la grasa desaparezca y no que la piel te quede colgando como esparadrapos.
Para evitar esto tienes que proteger tu musculatura y tu hidratación.
Despreocúpate del peso, concéntrese en reducir la talla de ropa o la cintura.
Guarda la báscula para que no te pongas ansioso pesándote a cada rato.
Si ocasionas una situación de estrés como quiera no podrás adelgazar porque habrás provocado una alta producción de la hormona del estrés, cortisol. El cortisol es una hormona que engorda y no te permitirá adelgazar. No trates de adelgazar poniéndote en un severo estrés o presión extrema por “bajar de peso” ya que tú mismo te habrás saboteado los esfuerzos.
Lo que tienes es que mantener vigilada es la circunferencia de tu cintura. Para medir la circunferencia de la cintura coloca una cinta métrica justo en el punto medio entre el ombligo y la punta del esternón, es una medida sencilla que se correlaciona bien con la grasa abdominal.
Se recomienda que la cintura de los hombres mida menos de 90 cm y la de las mujeres menos de 80 cm, como lo muestra el diagrama siguiente:
En concreto se estima que están en riesgo aquellos varones que posean una cintura superior a 102 cm (talla 52 de pantalón) y las mujeres con más de 88 cm (a partir de la talla 46).
El cuerpo humano está compuesto, además de la grasa , de muchas otras cosas: agua, carne, huesos, nervios, músculos, minerales etc.
De estos componentes lo que debemos buscar es perder la grasa y no reducir ni el agua, ni los huesos, ni la musculatura del cuerpo. Sólo la GRASA, o mejor dicho, debemos “adelgazar”.
Si te obsesionas en bajar de peso y haces todo en procura de conseguir ese objetivo, cuando hayas logrado “bajar”, le habrás hecho un daño permanente a tu cuerpo: tendrás un aspecto deforme con piel caída y colgante en el abdomen, los brazos y hasta en la cara; habrás envejecido prematuramente.
Muchas personas logran “bajar de peso” sometiendo al cuerpo a una dieta inhumana. En este proceso le causan tanta hambre a su cuerpo que destruyen una porción significativa de toda su musculatura. Como la musculatura es la que sujeta a la piel, al destruir los músculos toda la piel le queda colgando y entonces el cuerpo se deforma. El daño es permanente.
Y estamos seguros, que esto no es lo que se desea. Lo que se desea es “adelgazar”, no destruir la musculatura del cuerpo. Repetimos: si hacemos que el cuerpo pase hambre la musculatura se destruirá y la piel nos quedará colgando.
Si tú lo que deseas es adelgazar debes olvidarte de tu peso. El peso debe bajar algo pero lo que es importante es que se reduzca la GRASA y la reducción de ésta no la podrás comprobar con la báscula sino con la talla de tu ropa o con el ancho de la cintura.
Eso es lo importante: ¡Reducir la talla de la ropa! Si esto se consigue quiere decir que estamos haciendo lo correcto, que es reducir la GRASA del cuerpo.
LA GRASA NO PESA.
Tenemos un serio malentendido con la grasa y queremos aclararlo. La grasa no es una sustancia pesada. De hecho, lo más liviano del cuerpo es la grasa. Si eres buen observador habrás podido ver que en la playa o en la piscina la gente que tiene mucha grasa en el cuerpo (los gordos) flota con facilidad mientras que los flacos casi no pueden flotar. La grasa es liviana y hace que la persona gorda flote.El verdadero problema de la grasa está en que es una sustancia voluminosa, ocupa mucho espacio. Pero la grasa no es una sustancia pesada.
Lo que realmente pesa mucho en el cuerpo es el agua, los músculos y los huesos.
Cuando una persona hace ejercicios físicos aumentará su masa muscular y por consiguiente aumentará el peso de su cuerpo pero reducirá la grasa. Por lo tanto, quedará más pesada pero más esbelta.
Entonces, pongámonos de acuerdo: si lo que quieres es ADELGAZAR, ¡Olvídate del maldito peso! Porque lo que tienes que observar es tu talla (tamaño de la ropa) o tu cintura. Lo que quieres es que la grasa desaparezca y no que la piel te quede colgando como esparadrapos.
Para evitar esto tienes que proteger tu musculatura y tu hidratación.
Despreocúpate del peso, concéntrese en reducir la talla de ropa o la cintura.
Guarda la báscula para que no te pongas ansioso pesándote a cada rato.
Si ocasionas una situación de estrés como quiera no podrás adelgazar porque habrás provocado una alta producción de la hormona del estrés, cortisol. El cortisol es una hormona que engorda y no te permitirá adelgazar. No trates de adelgazar poniéndote en un severo estrés o presión extrema por “bajar de peso” ya que tú mismo te habrás saboteado los esfuerzos.
Lo que tienes es que mantener vigilada es la circunferencia de tu cintura. Para medir la circunferencia de la cintura coloca una cinta métrica justo en el punto medio entre el ombligo y la punta del esternón, es una medida sencilla que se correlaciona bien con la grasa abdominal.
Se recomienda que la cintura de los hombres mida menos de 90 cm y la de las mujeres menos de 80 cm, como lo muestra el diagrama siguiente:
Ah… y aprende a manejar los alimentos: tienes que saber que hay unos que engordan y otros que adelgazan. En el próximo artículo hablaremos de ellos.
IMPORTANTE:
ESTA INFORMACIÓN NO ES, NI SUSTITUYE EN NINGÚN CASO LA CONSULTA, TRATAMIENTO O DIAGNÓSTICO DEL PROFESIONAL DE LA SALUD COMPETENTE