Alargar los telómeros detiene el proceso de envejecimiento.
Sabemos que Juan Ponce de León, el español que bautizó el territorio de la Florida, que descubrió la Corriente del Golfo, que fue el primer europeo en pisar el suelo de los Estados Unidos, durante sus últimos años de avezado explorador buscó afanosamente la fuente o arroyo de la eterna juventud. También sabemos que no ha sido el primero ni el último de los seres humanos que han perseguido el secreto para no envejecer y vivir más años en las mejores condiciones posibles.En esta búsqueda por mejorar nuestro estado de salud y alargar la vida, los científicos no ven la solución en ninguna fuente de agua, sino que creen haberla encontrado en los telómeros, que son como una tapa protectora en los extremos de los cromosomas, encargados de proteger la información genética y permitir la división celular.
En cada división celular, los telómeros se acortan, se van desgastando, lo cual conlleva al deterioro físico de la célula, a su vejez y finalmente a su muerte.
Por ello muchos científicos creen que la clave para detener el proceso de envejecimiento es impedir que los telómeros se desgasten, lo cual creen que se logra estimulando en el cuerpo la producción de telomerasa, que es una enzima encargada precisamente de impedir el acortamiento de los telómeros.
Sabemos que a lo largo de nuestras vidas todas las células del cuerpo se renuevan o replican: ser van dividiendo y multiplicando formando así nuevas células.
Hasta aquí esto no reviste ningún problema.
Pero, se ha comprobado que en cada división celular los telómeros se van acortando progresivamente, y aquí sí que comienza el problema, porque estos telómeros finalmente desaparecerán del todo y el proceso de división celular queda dañado puesto que las nuevas células que aparezcan empiezan a ser defectuosas ya que no contienen toda la información genética que les correspondería. En ese sentido esas células empiezan entonces a funcionar mal y en algunos casos, acaban transformándose en células cancerosas.
Elizabeth Blackburn,Elisabeth Blackburn Identificó la telomerasa y cómo ésta en realidad alarga los telómeros y previene su acortamiento al sintetizar ADN nuevo. médica australiana, descubre en 1984 que el cuerpo produce una enzima (proteína) que impide el deterioro de los telómeros. Descubre lo que hoy conocemos como telomerasa. Este descubrimiento le valió el premio Nobel de Medicina casi 20 años después.
Cuando estamos en estado fetal es cuando el organismo produce más telomerasa ya que es en este proceso cuando las células se dividen a mayor velocidad. Después, poco antes de nacer, el gen que produce la telomerasa se inactiva (se queda en estado latente) en todas las células, excepto en aquellas células especializadas (hematopoyéticas, epiteliales, células madres embrionarias) que siguen produciendo telomerasa lo que les permite que sus telómeros se puedan ir alargando continuamente.
Dicho lo anterior, comprenderás que después del nacimiento la mayor parte de las células empiezan a acortar sus telómeros sin que éstos puedan ser renovados.
El estrés y aquellos hábitos de vida y alimentación poco saludables aceleran el proceso de acortamiento de los telómeros y por consiguiente el proceso de envejecimiento.
Así que, si somos capaces de hallar la manera de preservar la longitud de los telómeros, habremos dado con la fuente de la tan ansiada eterna juventud, ya que así la información genética se mantendría inalterada durante las sucesivas divisiones celulares.
Ya hemos comentado que el gen que permite la síntesis de telomerasa no sólo está en algunas células sino que está en todas!!!, el problema es que este gen está en muchas células ‘silenciado’, inactivado, en estado latente. Bastaría pues activarlo para que empezase a producir telomerasa.
Para la activación de este gen, los científicos aun no tienen la solución definitiva.
Mientras esto sucede podremos utilizar algunas recomendaciones dietéticas y estilos de vida como camino para lograr la conservación de los telómeros celulares, es decir, para hacer que el proceso de envejecimiento sea más lento.
NUTRIENTES QUE PRESERVAN LA LONGITUD DE LOS TELOMEROS:
Para prevenir el envejecimiento, es recomendable una amplia variedad de nutrientes. Aquí hacemos una enumeración de aquellos que son fundamentales para una salud óptima.1. La Vitamina B9 (Ácido Fólico), se relaciona con la longitud de los telómeros.
Las concentraciones en el torrente sanguíneo de la vitamina B9 (ácido fólico) están directamente relacionadas con la longitud de los telómeros.La vitamina B9, ha demostrado ser eficaz en los tratamientos para la depresión, la atrofia cerebral o trastornos de tipo convulsivo y sobre todo para neutralizar la peligrosa homocisteína, de la cual hablamos cuando dijimos: "La Homocisteina: un Enemigo Mortal... pero Ignorado", que contribuye a las enfermedades cardíacas y el Alzheimer.
Es esencial ingerir cantidad suficiente de esta vitamina, sin embargo la obesidad disminuye la capacidad que el organismo tiene para metabolizarla, siendo por tanto la obesidad una causa de riesgo para el envejecimiento aunque se consuma este nutriente en cantidad suficiente. Primero hay que combatir la obesidad.
La forma ideal de suministrarle ácido fólico al organismo, es suplementando con la presentación de Ácido Fólico liposomal. Disponible en Qisoma
2. Vitamina B12
La vitamina B12 es requerida por el organismo para realizar más de 200 funciones distintas, muchas de ellas vitales. Las más destacadas de estas funciones son la síntesis de ADN, la producción de energía celular, la formación de sangre y la formación de mielina neuronal. Sin embargo las deficiencias de esta vitamina, o la concentración no suficiente en el organismo, son bastante comunes en la población.Esta vitamina procede únicamente de tejidos animales y está especialmente presente en la carne, el hígado animal, el salmón, las aves o los huevos. Al no encontrarse en los vegetales, aquellas personas que no comen carne tienen un riesgo alto de deficiencias críticas para la salud. La vitamina B12 presente en los vegetales no es exactamente idéntica, es en realidad un análogo de la vitamina B12. Los análogos son sustancias que bloquean la absorción de la auténtica sustancia, por lo que el organismo en realidad aumenta la necesidad de esta vitamina al ingerir únicamente análogos de la vitamina B12 de origen vegetal.
Recomiendo suplementación con inyecciones de B12 o mediante la toma de B12 liposomal Disponible en Qisoma si no se está recibiendo suficiente cantidad procedente de la dieta.
3. Coencima Q10 (CoQ10) – Ubiquinol- contra el envejecimiento.
Coenzima Q10, también conocida como ubiquinona o ubidecarenona, es una coenzima necesaria en todas y cada una de las células del cuerpo. La deficiencia de CoQ10 acelera el daño en el ADN y es fundamental para el corazón y los músculos por lo que sus bajos niveles producen fatiga, debilidad muscular, dolor e incluso insuficiencia cardíaca. Por otro lado los niveles bajos de CoQ10 son un promotor del envejecimiento prematuro ya que ésta coenzima recicla otros antioxidantes como la vitamina C y E.En realidad lo que el organismo utiliza es el ubiquinol, una forma reducida de la CoQ10 para obtener sus máximos beneficios, especialmente a partir de los 25 años. A partir de los 40 años numerosos estudios demuestran que el consumo de ubiquinol es más eficaz que el consumo de CoQ10 pues es más fácil de ser absorbido además de las dificultades para transformar la CoQ10 oxidada en ubiquinol a partir de esta edad.
Actualmente cientos de estudios se han realizado ya sobre la materia, por lo que ahora sabemos que el ubiquinol interviene de forma fundamental en la ATP (producción de energía celular) adquiriendo el papel de combustible básico de las células, sin el cual podríamos morir.
La CoQ10 liposomal LIPOSOMAL DE CoQ10
Disponible en Qisoma es de gran efectividad.
4. La Vitamina D y su relación con los telómeros.
La carencia de esta vitamina tiene mucho que ver con el envejecimiento humano. Las personas con niveles normales de vitamina D experimentan menos cambios en su ADN relacionados con el envejecimiento en comparación a aquellas cuyos niveles de vitamina D son menores. La razón está en la capacidad antiinflamatoria de la vitamina D, lo que hace que se reduzca la población presente de leucocitos en el organismo. La LTL (Longitud de los telómeros de leucocitos, por sus siglas en inglés) se usa como indicador en medicina antienvejecimiento ya que aumenta la aparición de enfermedades a medida que éstos se hacen cada vez más cortos. La presencia alta de leucocitos promueve el acortamiento de la LTL, por lo que la vitamina D por su capacidad antiinflamatoria, podría inhibir el proceso y de este modo protegernos del envejecimiento y de una gran variedad de enfermedades degenerativas autoinmunes como la esclerosis múltiple o la artritis reumatoide.Esta vitamina es además cada vez más necesaria conforme pasan los años porque sus concentraciones disminuyen y en cambio aumentan las de la proteína C-reactiva, que aumenta los niveles de respuesta a la inflamación. Este doble cambio aumenta los riesgos de inflamación, favoreciendo en consecuencia un acortamiento de los telómeros y de modificaciones en el ADN relacionadas con el envejecimiento.
Si te expones diariamente al sol ,lograrás unos buenos niveles de vitamina D, pero el sol no sale todos los días y los estilos de vida urbanos no favorecen el hábito, por ello la vitamina D en forma de suplemento oral no es una solución superior al sol, pero puede servir de gran ayuda.
5. Ácidos omega-3 (EPA+DHA)
Los ácidos grasos omega-3 dotan de actividad a la telomerasa que, como hemos dicho, interviene en el proceso reversivo de acortamiento de los telómeros.
De acuerdo a múltiples investigaciones el omega-3 beneficiaría a la salud del corazón e incluso evitaría notablemente nuevos infartos a aquellas personas que ya los han padecido, así como el derrame cerebral. Estos ácidos grasos tienen capacidad anti-arrítmica cardíaca, anti-inflamatoria, anti-trombótica, anti-arterosclerótica y regulan los niveles de colesterol y triglicéridos por su capacidad de inhibir la enzima que hace que el hígado metabolice la grasa.
El equilibrio de los ácidos grasos omega-6 (aceites y grasas vegetales) con los ácidos omega-3 es crítico, ya que la proporción adecuada sería de 1:1. Una mayor presencia de omega-6 en la proporción tiene efectos inflamatorios y lo cierto es que la proporción en la alimentación actual de la mayoría de la población es de 20:1 o incluso aún mucho más desequilibrada.
6. El Magnesio alarga los telómeros.
El magnesio interviene de forma importante en la replicación y síntesis de ADN y en la reparación y síntesis del ARN, por lo que promueve un alargamiento de los telómeros en personas. Estudios sugieren que las carencias de magnesio y de sus iones reducen la longitud de los telómeros en ratones y en cultivos celulares.Además, dado su posible papel en la inflamación y el estrés oxidativo, el magnesio adquiere un papel importante en la prevención del envejecimiento y de las enfermedades por su rol subyacente.
☛ IMPORTANTE: ESTA INFORMACIÓN NO ES, NI SUSTITUYE EN NINGÚN CASO LA CONSULTA, TRATAMIENTO O DIAGNÓSTICO DEL PROFESIONAL DE LA SALUD COMPETENTE.
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