EL GcMAF ES EL PRINCIPAL ACTIVADOR DEL SISTEMA INMUNOLOGICO.
LOS MACRÓFAGOS, como células del sistema inmune, son los principales soldados celulares de nuestro ejército inmunológico humano. Ellos existen para protegernos y defendernos de las amenazas como el cáncer. Están posicionados en lugares estratégicos críticos en todo el cuerpo. Estos gigantes celulares hacen guardia, listos para desplegar su sofisticado armamento ante las invasiones de virus, bacterias, hongos, toxinas, alérgenos o células cancerosas.
Son células barredoras y devoradoras de células foráneas, de patógenos y de tejidos muertos. Se puede decir que son las depredadoras de todo lo extraño que por alguna razón se encuentre en el cuerpo.
En su búsqueda para matar las células cancerosas y viriones de VIH, los macrófagos no se intimidan en el empleo de su conjunto de dispositivos de alta tecnología.
Los macrófagos forman tentáculos llamados seudópodos para rodear al invasor. Una vez atrapado por el macrófago, el invasor es bloqueado y luego digerido y destruido por una bolsa de sustancias químicas digestivas o enzimas.
Son células barredoras y devoradoras de células foráneas, de patógenos y de tejidos muertos. Se puede decir que son las depredadoras de todo lo extraño que por alguna razón se encuentre en el cuerpo.
En su búsqueda para matar las células cancerosas y viriones de VIH, los macrófagos no se intimidan en el empleo de su conjunto de dispositivos de alta tecnología.
Los macrófagos forman tentáculos llamados seudópodos para rodear al invasor. Una vez atrapado por el macrófago, el invasor es bloqueado y luego digerido y destruido por una bolsa de sustancias químicas digestivas o enzimas.
Emiten rayos de radicales libres que fríen las membranas células cancerosas y los microbios que han rastreados y localizados.
Es importante que estas máquinas de matar no ataquen accidentalmente nuestras propias células (“fuego amigo"). Para que esto no suceda, están equipados con un sistema para distinguir lo "propio" de lo "impropio". Es como si tuvieran un verificador de identidad no muy diferente al que utiliza la policía cuando inspecciona una licencia de conducir en una parada de tráfico rutinaria.
En primer lugar el macrófago extiende un largo brazo protoplamático que envuelve alrededor del posible objetivo al que toma como si le aplicara una fuerte “llave en el cuello”. Luego contrae un poco el brazo tirando al intruso para acercarlo con el fin de poder “chequearlo” (al igual que un policía cuando agarra a un sospechoso en fuga).
En primer lugar el macrófago extiende un largo brazo protoplamático que envuelve alrededor del posible objetivo al que toma como si le aplicara una fuerte “llave en el cuello”. Luego contrae un poco el brazo tirando al intruso para acercarlo con el fin de poder “chequearlo” (al igual que un policía cuando agarra a un sospechoso en fuga).
Las células propias del cuerpo tienen en la superficie una proteína (su “licencia de conducir”) que le informa al macrófago, más o menos lo siguiente: “soy amigo, por favor suéltame”. El macrófago responde aflojando la “llave” de la cabeza, permitiendo que la célula amiga siga adelante.En cambio, las células que son extrañas, es decir, las que no tienen “licencia” de conducir, corren la suerte ignominiosa no solo de ser aprehendidas, sino ser comidas vivas.
Imagínate, si puedes, a miles de millones de estas máquinas de guerra (macrófagos) simultáneamente, rastreando, aprehendiendo y comiendo células malignas en el interior de un paciente de cáncer.
El resultado de esta guerra microscópica será decidido por un simple hecho estratégico: si el ejército del cáncer puede o no incapacitar con éxito a nuestros soldados macrófagos. Si esto sucede prevalecerá el cáncer. Si no, prevalecerá el sistema defensivo y el cáncer será derrotado.
Imagínate, si puedes, a miles de millones de estas máquinas de guerra (macrófagos) simultáneamente, rastreando, aprehendiendo y comiendo células malignas en el interior de un paciente de cáncer.
El resultado de esta guerra microscópica será decidido por un simple hecho estratégico: si el ejército del cáncer puede o no incapacitar con éxito a nuestros soldados macrófagos. Si esto sucede prevalecerá el cáncer. Si no, prevalecerá el sistema defensivo y el cáncer será derrotado.
Los macrófagos son astutos y peligrosos para los enemigos, pero perezosos por naturaleza.
Los macrófagos son la máquina de combate definitiva. Pero ellos en realidad no son máquinas: están vivos, “piensan” y toman decisiones bien fundamentadas.Pero, los macrófagos por naturaleza son vagos o perezosos; si no hay quien les dé una patada en el trasero para que se pongan en actividad, se quedarán dormidos. Esa patada, para que se levanten y se pongan en marcha, se las da una proteína sintetizada por nuestros linfocitos T y B, conocida como GcMAF (proteína Gc factor activador de macrófagos).
GcMAF se une a los macrófagos en los receptores que éstos tienen en su superficie para tal fin y les da un mensaje u orden poderosa: “A trabajar…AHORA !!! “
Precisamente, las células cancerosas se valen de este conocimiento para sabotear las respuestas del sistema inmune de los macrófagos apoyadas en una enzima que tiene un nombre parecido a un trabalenguas : N Acetil galactosaminidase, que para abreviarlo se le ha denominado NAGALASE.
Nagalase es una enzima producida por todas las células cancerosas y los virus (VIH, hepatitis B, hepatitis C, gripe, herpes, virus de Epstein-Barr y otros).
Esta enzima, bloquea la producción de GcMAF. Sin GcMAF, los macrófagos permanecen en estado de coma. Y sin macrófagos para detenerlos, los invasores patógenos pueden crecer a voluntad, sin correr ningún peligro, antes por el contrario, se multiplican y se difunden.
Precisamente, las células cancerosas se valen de este conocimiento para sabotear las respuestas del sistema inmune de los macrófagos apoyadas en una enzima que tiene un nombre parecido a un trabalenguas : N Acetil galactosaminidase, que para abreviarlo se le ha denominado NAGALASE.
Nagalase es una enzima producida por todas las células cancerosas y los virus (VIH, hepatitis B, hepatitis C, gripe, herpes, virus de Epstein-Barr y otros).
Esta enzima, bloquea la producción de GcMAF. Sin GcMAF, los macrófagos permanecen en estado de coma. Y sin macrófagos para detenerlos, los invasores patógenos pueden crecer a voluntad, sin correr ningún peligro, antes por el contrario, se multiplican y se difunden.
A fin de poder llevar a cabo la destrucción de las células cancerosas, los macrófagos deben ser “activados” por GcMAF, que siendo como es el principal activador de los macrófagos de nuestros cuerpos. El GcMAF es una proteína producida y liberada por los linfocitos T y B en el torrente sanguíneo.
Los macrófagos tienen unos receptores específicos de GcMAF que funcionan como una pequeña cerradura en donde encaja la molécula de esta proteína como una pequeña llave.
Al insertarse la llave (GcMAF) en la cerradura (receptor GcMAF) se desencadena una alarma de gran alcance que es escuchada instantáneamente en toda la célula macrófaga.
Cuando el GcMAF llega al macrófago éste presta atención porque el GcMAF grita a alto volumen: “Ponte en marcha !!! . Localiza y destruye todas las células cancerosas !!! Mata a todos los virus !!! HAZLO AHORA !!! Es como un sargento gritando ordenes en el campo de entrenamiento.
Las señales emitidas por el GcMAF no son peticiones, se tratan de órdenes que hay que cumplir. Cuando el GcMAF habla, los macrófagos escuchan.
Cuando un macrófago está bajo el control de GcMAF, su nivel de actividad se aumenta en un factor de 30. Si se tratara de un automóvil, es como si se acelerara de 5 a 150 kilómetros por hora. El macrófago que estaba apagado, ahora está bien armado, listo para la batalla y dispuesto a enfrentarse con el enemigo. Ahora puede buscar, atrapar y fagocitar todas las formas exóticas de vida de una forma impresionante.
Los macrófagos tienen unos receptores específicos de GcMAF que funcionan como una pequeña cerradura en donde encaja la molécula de esta proteína como una pequeña llave.
Al insertarse la llave (GcMAF) en la cerradura (receptor GcMAF) se desencadena una alarma de gran alcance que es escuchada instantáneamente en toda la célula macrófaga.
Cuando el GcMAF llega al macrófago éste presta atención porque el GcMAF grita a alto volumen: “Ponte en marcha !!! . Localiza y destruye todas las células cancerosas !!! Mata a todos los virus !!! HAZLO AHORA !!! Es como un sargento gritando ordenes en el campo de entrenamiento.
Las señales emitidas por el GcMAF no son peticiones, se tratan de órdenes que hay que cumplir. Cuando el GcMAF habla, los macrófagos escuchan.
Cuando un macrófago está bajo el control de GcMAF, su nivel de actividad se aumenta en un factor de 30. Si se tratara de un automóvil, es como si se acelerara de 5 a 150 kilómetros por hora. El macrófago que estaba apagado, ahora está bien armado, listo para la batalla y dispuesto a enfrentarse con el enemigo. Ahora puede buscar, atrapar y fagocitar todas las formas exóticas de vida de una forma impresionante.
IMPORTANTE: ESTA INFORMACIÓN NO ES, NI SUSTITUYE EN NINGÚN CASO LA CONSULTA, TRATAMIENTO O DIAGNÓSTICO DEL PROFESIONAL DE LA SALUD COMPETENTE.
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bueno, gracias por los macrofagos y todo pero que és el significato de GcMAF ?
ResponderEliminarYalo<.
EliminarGcMAF quiere decir " glicoproteina activadora de maccófagos (GcMAF por sus siglas en inglés). En el artículo creo que queda bien claro su papel de activador de los macrófagos.
Gcmaf esta disponible como medicamento?? Donde lo consigo Y se le puede dar a un niño con autismo y en que dosis...
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