LOS RADICALES LIBRES COMO "ASALTANTES".
La oxidación es un proceso electroquímico que se produce en el organismo cuando un átomo pierde electrones y experimenta cambios en su estructura electrónica, ya que de tener una carga eléctrica neutra pasa a estar cargado positivamente. Estos átomos con carga eléctrica positiva son denominados "radicales libres", que son, repetimos, átomos que han perdido un electrón, por cuya razón son muy "inquietos" (o reactivos como dicen los químicos).
De manera parecida, una vez que estos átomos están dentro del organismo, lo recorren en una actividad deseperada intentando " robar" un electrón de otras moléculas estables. Son, en analogía, unos verdaderos " asaltantes" de camino.
Cuando estos átomos roban electrones consigen su balance electroquímico. Mientras que la molécula que ha sido "víctima" de este asaltante, al perder el electrón (carga negativa) que le han robado, se convierte a su vez en otro "radical libre" iniciándose
de esta manera una reacción en cadena que destruye nuestras células y
desbalancea la bioelectricidad de todo el organismo.
Pero los Radicales Libres no siempre son malos.
El cuerpo fabrica radicales libres en forma moderada para luchar contra las bacterias y virus después de lo cual son neutralizados fácilmente por nuestro propio sistema con ciertas enzimas como la catalaza y la dismutasa (antioxidantes).
(Es bueno que leas nuestro artículo sobre el Cobre)
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El problema comienza cuando nuestro organismo tiene que soportar un exceso de radicales libres, producidos mayormente por contaminantes
externos que penetran en nuestro organismo y por los malos hábitos
alimenticios. El consumo de aceites vegetales hidrogenados tales como la
margarina, el consumo de ácidos grasos trans y de la leche contribuyen al aumento de los radicales
libres.
El
proceso de envejecimiento, el riesgo de desarrollar cáncer y otras
enfermedades crónicas se potencia cuando en el organismo prevalecen los
«radicales libres».
Cuando
quemamos leña en una chimenea se produce energía y calor. De igual
forma sucede en nuestro organismo con los alimentos que son utilizados
para producir energía.
En ambos casos se quema oxigeno y a esto es lo que llamamos «oxidación».
En la chimenea, después de quemarse la leña queda como residuo la ceniza y dentro de las células de nuestro organismo lo que queda son los «radicales libres» que son expulsados a la matriz extracelular en donde queman todo lo que tocan, es decir oxidan todo lo que tocan.
La salud de nuestro cuerpo depende de la salud de nuestras células. Mantengamos nuestras células sanas evitemos los radicales libres.
Un medio para reducir o neutralizar la acción de los radicales libres es el agua alcalina ionizada. Con este tipo de agua, es posible ajustar a las necesidades fisiológicas el potencial Redox y el pH. El potencial Redox del agua alcalina es negativo y es reductor (antioxidante) produciendo en el organismo un gran número de efectos fisiológicos positivos en la salud, tales como la desacidificación, el refuerzo del sistema inmunológico, la lucha contra los radicales libres y otros.
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El agua alcalina ionizada de potencial RedOx negativo posee propiedades protectoras para las células.
Para liberarnos de los radicales libres es de uso eficaz la ZEOLITA,
Excelente video que explica los radicales libres y nuestra salud
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