Joaquin Teherán Lora LA OBESIDAD Y EL CÁNCER. | Qisoma Google ;
20 agosto 2015

LA OBESIDAD Y EL CÁNCER.

Por: Joaquín Teherán Lora.


LA RELACION ENTRE LA OBESIDAD , LA RESISTENCIA A LA INSULINA Y OTRAS ENFERMEDADES CRÓNICAS.


El presente artículo lo hemos tomado literalmente de la web del Dr. Joseph Mercola, respetada y reputada autoridad médica. Tiene mucha relación con los temas que hemos venido tratando ultimamente en este Blog.
Por el Dr. Mercola
obesidad
Más de 2.1 mil millones de personas, o cerca del 30 por ciento de la población global, tienen sobrepeso u obesidad. Y la obesidad es responsable de cerca del cinco por ciento de todas las muertes cada año, en el mundo entero. En Estados Unidos, una de cada cinco muertes está relacionada con la obesidad.

No son sorprendentes los factores de la obesidad en cuanto al riesgo de muerte si consideramos todas las enfermedades crónicas y graves que se relacionan a ellos.
En Estados Unidos, ¡sólo ocho enfermedades relacionadas con la obesidad generan el 75 por ciento de los costos de salud! La diabetes tipo 2, hipertensión, enfermedad cardiaca, enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD), demencia y cáncer están entre ellas, pero también hay muchas otras.

Cuando consideramos que dos de los distintivos de la obesidad son la resistencia a la insulina y a la leptina y la inflamación crónica, podemos comenzar a reconocer que el exceso de peso es terreno fértil para una gran variedad de otros males - muchos de los cuales pueden reducir su expectativa de vida.
Investigaciones previas han demostrado que el tejido graso secreta un factor inflamatorio llamado CXCL5, que está relacionado a la resistencia a la insulina y participa en el desarrollo de la diabetes tipo 2.
Cuando es resistente a la insulina, la capacidad de las células para responder a la insulina generada por el cuerpo está gravemente dañada. En el corazón de este problema encontramos una alimentación demasiada alta en azúcar (especialmente en fructuosa procesada).
Aunque se puede ser resistente a la insulina y estar delgado, la obesidad estresa mucho más a las células, por lo que es más probable que se genere. La resistencia a la insulina está en el núcleo de casi todas las enfermedades crónico degenerativas y, generalmente, es lo que debe tratarse primero para revocar cualquier enfermedad.
Las investigaciones muestran que el consumo de alimentos crónico estresa el retículo endoplasmático (ER) - la red membranosa que se encuentra dentro de la mitocondria de las células. Y cuando el ER recibe más nutrientes de los que puede procesar, envía una señal para disminuir la sensibilidad de los receptores de insulina en la superficie de la célula.
Por lo tanto, al comer continuamente más de lo que el cuerpo en realidad necesita se promueve la resistencia a la insulina, por el simple hecho de que las células se estresan debido al trabajo que les da el exceso de nutrientes. Esto también ayuda a explicar por qué el ayuno intermitente (así como otras formas de restricción de calorías) es tan efectivo para revertir la resistencia a la insulina e incrementar la longevidad.
Una vez que la resistencia a la insulina empeora, la concentración de glucosa en la sangre comienza a aumentar y la glucosa elevada contribuye al desarrollo de la diabetes.
De acuerdo con una meta entrevista reciente, la preponderancia de las investigaciones muestra claramente que una vez que se llega al 18 por ciento de las calorías diarias a través del azúcar añadida, hay un incremento doble en el daño metabólico que promueve la prediabetes y la diabetes.
Es importante tener en cuenta que la diabetes tipo 2 no se origina a casusa de la falta de insulina, por lo que lo peor que puede hacer una persona con diabetes es suministrarse insulina. Ya se tiene la suficiente.

Las células simplemente han perdido su sensibilidad, debido a que se tiene demasiada o, en el caso del exceso de alimentación crónica, las células apagan los receptores de insulina "para descansar", ya que están sobrecargadas. Como se afirma en un ensayo realizado en 2007, donde se habla de los mecanismos de la resistencia a la insulina relacionada a la obesidad:

“En la última década, se ha demostrado que un gran número de vías endócrinas, inflamatorias, neuronales e intrínsecas a las células están desequilibradas debido a la obesidad.
Aunque es posible que uno de estos factores juegue un papel dominante, muchos de ellos son interdependientes y es probable que su interacción dinámica forme la base de la patofisiología de la resistencia a la insulina”.
En esencia, la obesidad es un marcador para otras enfermedades crónicas, pero en realidad, es la resistencia a la insulina la que generalmente (aunque no siempre) acompaña a la obesidad y la que dirige todas estas otras patologías.
Por ejemplo, las investigaciones muestran que la resistencia a la insulina predice considerablemente el riesgo a las enfermedades cardiovasculares, en un periodo de cinco años.
Un estudio de seguimiento publicado en el 2001, en el que se utilizó al mismo equipo, descubrió que la resistencia a la insulina también predice una variedad de otras enfermedades relacionadas con la edad, como la hipertensión, enfermedades coronarias, derrame cerebral, cáncer y riesgo de mortalidad por todas las causas.
Curiosamente, a lo largo de un estudio de seis años de duración, NINGUNO de los participantes de mediana edad en el grupo con la menor resistencia a la insulina desarrolló alguna enfermedad ni murió, en comparación con el 36 por ciento de aquellas personas en el grupo de mayor resistencia a la insulina. De acuerdo con los autores:
“El hecho de que se desarrollara un evento clínico relacionado con la edad aproximadamente en una de cada tres personas en el tercil de resistencia más alta a la insulina, monitoreado durante un promedio de 6 años, mientras que no se observaron eventos clínicos en el tercil más sensible a la insulina, debe servir como un fuerte estímulo para los esfuerzos futuros de definir el papel de la resistencia a la insulina en el génesis de las enfermedades relacionadas con la edad".

La Obesidad Pronto Excederá al Cigarro como la Principal Causa de Cáncer


Durante décadas, fumar fue una de las principales causas de cáncer, pero eso está por cambiar.
La obesidad probablemente reclamará el primer lugar como causa principal de 10 diferentes tipos de cáncer, de acuerdo con los especialistas, quienes hablaron sobre esta tendencia en la conferencia de este año en la American Society of Clinical Oncology (ASCO) en Chicago.
“Dijeron que los crecientes índices de la obesidad indican que el cáncer – alguna vez visto como una enfermedad de la tercera edad— se diagnostica cada vez más, dos décadas más temprano que en el pasado. Sus figuras sugieren que una de cada cinco muertes por cáncer en Gran Bretaña son causadas por el exceso de peso”, reporta The Telegraph.
Las relaciones entre la obesidad y el cáncer son bastante claras, y el exceso de peso puede aumentar el riesgo de padecer cáncer de forma bastante significativa. Por ejemplo, las mujeres obesas incrementan su riesgo de desarrollar cáncer de útero un 600 por ciento.
También eleva el riesgo de padecer cáncer de seno, próstata, colon y todos los demás cánceres ginecológicos, debido principalmente al desequilibrio de las hormonas relacionado con la obesidad, el cual tiende a alimentar el crecimiento del tumor.
Los investigadores también han encontrado una correlación entre la obesidad y un mayor riesgo de la reaparición del cáncer. Se encontró que los sobrevivientes con sobrepeso del tratamiento de cáncer de próstata tuvieron un índice 3 por ciento mayor de una recaída en comparación con sus contrapartes más delgadas. La probabilidad de la propagación del cáncer también fue mayor, en un siete por ciento.

Los Expertos Dicen que Debe Recetarse el Ejercicio Como Parte del Tratamiento del Cáncer


Afortunadamente, los investigadores comienzan a reconocer el poder de los cambios de estilo de vida por encima de las recetas de medicamentos (aunque todavía hay muchas investigaciones que buscan soluciones farmacéuticas, como un compuesto que bloquee el canal del azúcar y nutrientes en las células inmunes). Como se afirma en el artículo mencionado:
“De forma separada, los expertos dijeron ayer que el ejercicio es una fuerza ‘poderosa’ contra el cáncer y que debe recetarse como parte del tratamiento. Los investigadores dijeron que las mujeres con cáncer de seno pueden reducir su mortalidad hasta un 50 por ciento con media hora de ejercicio moderado, cinco veces a la semana, en comparación con aquellas que se mantienen inactivas.
Los resultados se basaron en un estudio con ratones… Los estudios en hombres con cáncer de próstata también sugirieron que el ejercicio vigoroso está relacionado con una  reducción de entre el 40 y el 50 por ciento de mortalidad. ‘El ejercicio crea un ambiente hostil para las células cancerígenas’, dijeron los investigadores”.

Las Sustancias Químicas Interruptoras Endócrinas Se Añaden a la Epidemia de la Obesidad


El exceso de azúcar alimenticia y la falta de ejercicio no son los únicos factores que influencian el peso. Las investigaciones muestran que las toxinas ambientales y alimenticias también juegan un papel en cuanto a éste – y, quizá uno significativo. Como reportó recientemente Scientific American:
“Un nuevo estudio sugiere que la suposición largamente mantenida por la industria de que el bisfenol-A se descompone de forma segura en el cuerpo humano es incorrecta. En cambio, los investigadores dicen que, el cuerpo transforma el aditivo químico ubicuo en un compuesto que podría estimular la obesidad.
El estudio es el primero en encontrar que el cuerpo de las personas metaboliza el bisfenol-A (BPA) – una sustancia química que se encuentra en la mayoría de las personas y que es utilizada en el plástico a base de policarbonato, las latas de alimentos y los recibos de papel - en algo que impacta nuestras células y nos engorda".
Cuando se está expuesto al BPA, le toma al hígado alrededor de seis horas para metabolizar aproximadamente la mitad de su concentración. Hasta el 90 por ciento de lo que el hígado metaboliza se excreta eventualmente, pero el hecho de que se metabolice y se excrete no significa que sea inofensivo. Al tratar células de ratón y de ser humano con el metabolito del BPA, llamado BPA-glucorónido, los investigadores mostraron que las células "aumentaron significativamente” su acumulación de lípidos, lo que indica que las células se convierten en células de grasa.
Esto significa que el metabolito de BPA no es inactivo, como se asumió previamente. Está bastante activo biológicamente, así que no podemos hacer afirmaciones generales (suposiciones, en realidad) y decir que ya que es un metabolito, es inactivo y por lo tanto no tiene efectos en la salud. Como afirma uno de los autores del estudio: “Con suerte este [estudio] detendrá nuestras suposiciones acerca de las sustancias químicas interruptoras endócrinas en general".

Enfermedades Cardiacas – Otro Gran Exterminador Íntimamente Relacionado con la Obesidad


El exceso en el consumo de azúcar y la obesidad también están íntimamente relacionados con las enfermedades cardiacas y cardiovasculares. Una estudio reciente publicado en el Journal of the American Medical Association (JAMA) concluyó que la “mayoría de los adultos consume más azúcar añadida de la que se recomienda para una alimentación saludable,", y que hay "una relación significativa entre el consumo de azúcar añadida y una mayor mortalidad a causa de enfermedades cardiovasculares”.
El estudio de 15 años de duración, que utilizó información de 31,000 personas en Estados Unidos, encontró que aquellas personas que consumían el 25 por ciento o más de sus calorías diarias en forma de azúcar, fueron dos veces más propensos a morir debido a una enfermedad cardiaca, en comparación con aquellas personas que obtuvieron menos del 10 por ciento de sus calorías del azúcar.
En total, la probabilidad de fallecer debido a una enfermedad cardiaca aumentó de la mano con el porcentaje de azúcar añadida en la alimentación, sin importar la edad, sexo, nivel de actividad física ni índice de masa corporal. Un estudio del año 2014 llegó a una conclusión muy similar.
Aquí, aquellas personas que consumieron más azúcar – cerca del 25 por ciento de sus calorías diarias – fueron dos veces más propensas a fallecer debido a una enfermedad cardiaca, en comparación con aquellas personas que limitan su consumo de azúcar al siete por ciento de sus calorías totales.
Otra investigación reciente encontró que los jóvenes adultos que tomaron bebidas endulzadas con jarabe de maíz de alta fructuosa (HFCS) incrementaron sus factores de riesgo de padecer enfermedades cardiacas, en sólo dos semanas.
Las investigaciones presentadas durante las sesiones científicas de la Heart Association sobre epidemiología, prevención y nutrición, actividad física y metabolismo en el año 2013, sugirieron que las bebidas azucaradas son las culpables de alrededor de 183,000 muertes anuales en todo el mundo, entre las cuales se encontraron 133,000 muertes por diabetes, 44,000 por enfermedades cardiacas y 6,000 por cáncer.
Sólo en Estados Unidos, se atribuye un estimado de 25,000 muertes anuales al consumo de bebidas azucaradas, como la soda.
Parte del problema es que el jarabe de maíz de alta fructuosa que se encontró en la soda, y en otras bebidas azucaradas, causa una disfunción metabólica más grave, ya que se metaboliza más fácilmente en grasa que cualquier otro azúcar. Recientemente se resaltó el hecho de que la fructuosa refinada es  más dañina para la salud que otras azúcares en un meta-análisis publicado en Mayo Clinic Proceedings
De los diferentes azúcares que hay disponibles, la fructuosa refinada es probablemente el peor de todos, ya que se descompone de forma muy similar al alcohol, daña al hígado y ocasiona disfunción mitocondrial y metabólica de la misma forma que lo hacen el etanol y otras toxinas.

La Relación Entre la Fructuosa, el Ácido Úrico, Enfermedad Renal y Enfermedades Cardiacas


La enfermedad renal es otro problema relacionado al consumo excesivo de fructuosa, y a su vez, las enfermedades renales pueden elevar el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. De manera interesante, de acuerdo con el Dr. Richard Johnson, el nivel de ácido úrico puede ayudar a identificar la susceptibilidad al daño debido a la fructuosa; actúa esencialmente como marcador de la toxicidad de la fructuosa.
De acuerdo con las investigaciones más recientes en esta área, el rango más seguro de ácido úrico está entre 3 y 5.5 miligramos por decilitro, aunque parece haber una relación constante entre los niveles de ácido úrico, presión arterial y riesgo cardiovascular, incluso en el rango de 3-4 mg/dl. Muchas personas obesas tienden a tener niveles significativamente altos de ácido úrico, algunos hasta de 10 mg/dl.
La forma de utilizar esta información es bastante simple. Si su ácido úrico es mayor de 4 mg/dl en los hombres y 3.5 mg/dl en las mujeres, necesita eliminar tanta fructuosa de su alimentación como sea posible, hasta que su nivel de ácido úrico se haya normalizado, para evitar los efectos tóxicos de la fructuosa, entre los cuales se encuentra la resistencia a la insulina. Dicho esto, el ácido úrico elevado también parece predecir la enfermedad crónica renal (CKD), como evidencian los estudios en los cuales se induce la enfermedad renal en ratones, al elevar sus niveles de ácido úrico. Y, según afirma un ensayo realizado en 2013
“La gota era considerada una causa de la CKD a mediados del siglo XIX y, antes de la disponibilidad de las terapias para disminuir el nivel de ácido úrico, era común el desarrollo de la fase final de la enfermedad renal en los pacientes con gota… Además, muchas personas con gota también tenían condiciones coexistentes, como hipertensión y enfermedades vasculares, lo que ocasionó que algunos expertos sugirieran que las lesiones renales de la gota eran efectos secundarios de ésta, en vez de deberse en sí al ácido úrico…
Se renovó el interés en el ácido úrico como causa de la CKD cuando se supo que se habían realizado suposiciones inválidas en los argumentos para eliminar al ácido úrico como factor de riesgo de la CKD. La mayor suposición fue que el mecanismo a través del cual el ácido úrico causaría enfermedades renales sería a través de la precipitación de cristales en el riñón, de forma similar a la causa de la gota.
Sin embargo, cuando los animales de laboratorio con CKD se volvieron hiperuricémicos, progresó rápidamente la enfermedad renal  a pesar de la ausencia de cristales en el riñón”.
Por último, pero no por esto menos importante, un análisis reciente de 24 estudios sugiere que la salud renal en realidad podría ser un indicador más poderoso del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, en comparación con la presión arterial y el colesterol.
En comparación con las personas con riñones saludables, aquellas con enfermedad renal fueron dos veces más propensas a desarrollar enfermedades cardiovasculares. Así que, en resumen, evitar el ácido úrico elevado (del cual, otro efecto doloroso es la gota), las enfermedades renales y cardiovasculares, nuevamente  equivale a controlar el consumo de azúcar refinada y de fructuosa procesada.

Coca-Cola y Pepsi Necesitan Admitir el Impacto de la Soda en los Índices de Diabetes


Quizá conozca las campañas de prevención de la obesidad de Coca-Cola y Pepsi, en las cuales aconsejan sobre cómo mantener un buen peso, mientras  continúa disfrutando de su selección de bebidas. Sus recomendaciones generalmente se enfocan en hacer más ejercicio y optar por bebidas con cero o pocas calorías endulzadas artificialmente, en vez de con jarabe de maíz de alta fructuosa (HFCS, por sus siglas en inglés) – sin importar la información científica que muestra que éstas promueven la obesidad y la disfunción metabólica a un grado igual o peor que el HFCS.
Muchos consumidores reaccionan de forma positiva a tales campañas. Sin embargo, nunca vemos que estas compañías traten con el problema de la diabetes – la cual es promovida principalmente por sus productos - y cundo los investigadores hicieron una prueba de la reacción de los consumidores a los mensajes antidiabetes, su actitud fue mucho menos favorable, lo que podría ser la razón por la cual Coca-Cola y Pepsi se rehúsan a afrontar el tema. Como reportó PR Newser hace un par de años:
“Cuando se cambió el anuncio para mandar un mensaje anti-diabetes... la actitud de los participantes hacia la marca se volvió 37 por ciento más negativa. Es un gran cambio en la reacción. ‘Las personas no quieren castigar a la marca por la obesidad, la que parece un problema de estilo de vida. Pero la diabetes se considera una enfermedad, y muchos consumidores ven que la marca contribuye a ella’, dijo Kurt Carlson, profesor de marketing de Georgetown, quien revisó el estudio”.
El hecho de que Coca-Cola y Pepsi ignoran a voluntad este problema, no lo hace menos relevante y, en realidad, si queremos ver cambios reales en la industria, tenemos que presionarlos acerca de este tema y forzarlos a aceptar su papel en la epidemia de la diabetes. Eventualmente, no me sorprendería que la industria de la soda termine enfrentando demandas colectivas similares a las que  fueron presentadas a la industria del tabaco, ya que actualmente se ha relacionado bastante a las sodas y otras bebidas endulzadas a la epidemia de diabetes.
Coca-Cola también admite enfocarse en los adolescentes (y anteriormente se ha enfocado en los niños a través de la publicidad escolar y la colocación de su producto). En un esfuerzo para acallar a los críticos, Coca-Cola ha hecho intentos de renovarse a sí misma con una imagen nueva y más saludable.  Ay, la nueva “Coca-Cola Life”, una soda baja en calorías, baja en azúcar, endulzada con stevia y servida en una lata verde es sólo otra soda bañada de verde, así como los cigarros con filtro. Con filtro o sin él, sigue siendo dañina y ciertamente no debe exponerse a los niños como una forma de hacer el día más "divertido" o "agradable". No hay nada agradable acerca de la diabetes.

Una Buena Noticia: Se Pueden Prevenir la Obesidad, la Diabetes, las Enfermedades Cardiacas y el Cáncer


Cerca de una de cada cinco muertes en Estados Unidos está relacionada con la obesidad, y una de cada tres es atribuida a las enfermedades cardiovasculares, entre las cuales se encuentran los ataques cardiacos y los derrames cerebrales. De acuerdo con un reporte del año 2013 de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, de las 800,000 muertes debido a enfermedades cardiacas que ocurren en Estados Unidos cada año, un cuarto - cerca de 200,000- podrían prevenirse al hacer cambios simples en el estilo de vida.
Personalmente, creo que el índice de prevención debe ser mucho más alto - especialmente si se pone mucha atención en el consumo de azúcar y fructuosa y en la eliminación de la resistencia a la insulina.
De acuerdo con las estadísticas del estudio Sugar Consumption at a Crossroads del año 2013 de Credit Suisse Research Institute, hasta el 40 por ciento de los costos de salud de Estados Unidos son para las enfermedades directamente relacionadas con el consumo excesivo de azúcar. ¡Gastamos más de un billón de dólares cada año para combatir los efectos dañinos del azúcar!
Para proteger su salud, considere restringir su consumo de fructuosa a 25 gramos al día o menos. Si tiene sobrepeso o una enfermedad como cáncer, diabetes o alguna enfermedad cardiaca (o tiene un alto riesgo de padecerlas) entonces probablemente será mejor que reduzca su consumo de fructuosa a 15 gramos al día o menos (y esto incluye todas las fuentes - HFCS, azúcar, miel, agave, fruta, jugos de fruta, jarabe de maple, etc.).
Hacer esto le ayudará a normalizar sus niveles de insulina y leptina, y por lo tanto será menor el riesgo de padecer, no sólo diabetes y enfermedades cardiacas, sino también una larga lista de otros problemas crónicos de salud.
Al eliminar el azúcar añadida, la clave del éxito es reemplazar las calorías perdidas (energía) con grasas saludables de alta calidad, como aguacates, mantequilla hecha de leche orgánica sin pasteurizar  de animales de pastoreo, lácteos sin procesar, yemas de huevo orgánico y de gallinas de pastoreo, cocos y aceite de coco, aceites sin calentar de frutos secos orgánicos, frutos secos y semillas sin procesar y carne de animales maduros de pastoreo.
La mayoría de las personas le temen a la obesidad, diabetes, enfermedades cardiacas y al cáncer. Pero la solución – la prevención más efectiva – está bajo su propio control. Cambie la cantidad de azúcar por grasas saludables en su alimentación (menos azúcar y carbohidratos no vegetales y más grasa) y verá que los factores de riesgo comienzan a desaparecer.

IMPORTANTE: ESTA INFORMACIÓN NO ES, NI SUSTITUYE EN NINGÚN CASO LA CONSULTA, TRATAMIENTO O DIAGNÓSTICO DEL PROFESIONAL DE LA SALUD COMPETENTE


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